No podemos mantener en el poder a quienes nos expropian el futuro
“El Cabildo herreño no ha escuchado a las personas”
Abel Fernáncdez, candidato al Cabildo de El Hierro recuerda a los y las votantes que el próximo 24 de mayo se puede cronificar el deterioro social y económico al que nos ha llevado el actual gobierno del Cabildo o, por el contrario, se puede recuperar la institución insular para devolverle el poder a la gente.
Fernández sostiene que “solo desde la izquierda se puede dar un cambio que priorice a las personas” y apostilla, además, que “el voto pertenece a las personas, no a los partidos. En los sitios pequeños el miedo a que se te vincule con una u otra formación política perturba la movilidad de voto”. A lo que añade que “es importante que la gente sienta el protagonismo que tiene, que el poder está en su mano. Hay que echarlos”.
Quienes nos han gobernado han tenido la oportunidad de mejorar El Hierro y frenar la continuada migración de su población. “Para nosotros la propuesta es clara. Basamos nuestro programa en 3 ejes: trabajo, casa y futuro”.
El secuestro del Cabildo gracias a las políticas de pactos que no se basan en las coincidencias de programas sino en el deseo de apoltronarse, ha hecho que quienes lo han gobernado se hayan acomodado y hayan sido incapaces de solucionar la alarmante situación de la isla.
Los consejeros y consejeras son parte del pueblo, están a su servicio y, por tanto, no pueden ser una clase privilegiada, deben ser igual al resto de los herreños y herreñas. Por ello, eliminaremos los complementos por representación de cargos políticos, impediremos la acumulación de dietas y eliminaremos los planes de pensiones privados u otras prestaciones otorgadas por el hecho de ser cargo público y que sean pagados con cargos a los presupuestos de cualquier institución pública.
A partir del 25 de mayo con IpH – IUC – LV en el Cabildo se acabó la era de los privilegios de unos pocos e iniciará el tiempo de la mayoría social, de la igualdad, de la solidaridad entre los pueblos de la isla, de garantía de que cada persona tendrá cubiertas sus necesidades básicas.
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